Biogarcin: control de peso y obesidad

BIOGARCIN Su principal principio activo: el ácido hidroxicítrico derivado de la Garcinia Cambogia, inhibe la producción de las enzimas que intervienen en la transformación de azúcares en grasas.

Promueve la producción de glucógeno (fuente de energía almacenada en el hígado y músculos) Se puede utilizar con toda seguridad por períodos largos de tiempo, inclusive los pacientes diabéticos pueden tomarlo sin problema.

La obesidad es una enfermedad crónica, metabólica, neural y hormonal influida por un grupo de factores emocionales, sociales y económicos; en la actualidad hay una obsesión por evitar o eliminar el sobrepeso; causante de una gran batalla de salud y problemas sociales. En el área de la salud, estos problemas van desde enfermedades cardiovasculares y un accidente vascular cerebral, atravesando la diabetes y la hiperlipidemia hasta la osteoartritis y la infertilidad. Los problemas sociales y psicológicos relacionados con el exceso de peso incluyen un riesgo aumentado de lesiones en el trabajo o en la casa, una movilidad disminuida y también una capacidad disminuida para participar en diferentes actividades, pérdida de ingresos y depresión, entre otros.

BIOGARCIN tiene un efecto saciante o calmante del apetito pero lo hace actuando sobre el hígado y no sobre el cerebro como algunos fármacos, la diferencia es que al no atravesar la barrera hematoencefálica no produce estimulación del sistema nervioso evitando, los efectos secundarios de algunos fármacos como las anfetaminas, metanfetaminas, fenmetracina y fenfluoramina inhibidores del apetito (depresión, hipertensión, nerviosismo, taquicardia o insomnio).

BIOGARCIN produce sensación de saciedad al aumentar la producción de glucógeno, estimular los gluco-receptores del hígado y reducir la producción de grasas.

Entre sus efectos farmacológicos se encuentran los siguientes:

Reduce la conversión de carbohidratos en grasa, es decir inhibe la lipogénesis. Algunos estudios afirman que esto es así gracias a que el ácido hidroxicítrico inhibe la producción de las enzimas que intervienen en la transformación de azúcares en grasas.
Por el hecho de acelerar la quema del exceso de grasa en el hígado, está indicado en hiperlipidemias (exceso de colesterol y triglicéridos) y problemas cardiovasculares donde es importante el control del colesterol malo.
Promueve la producción de glucógeno (fuente de energía almacenada en el hígado y músculos)
Disminuye el apetito sin estimular al sistema nervioso central. No hay desarrollo de tolerancia, es decir que la persona no se acostumbra al complemento, perdiendo de esta manera su efecto.
No hay el famoso efecto yo-yo, lo cual significa que no se recuperará el peso perdido, una vez que se deje de consumir el producto.
Se puede utilizar con toda seguridad por períodos largos de tiempo, inclusive los pacientes diabéticos pueden tomarlo sin problema.
Al inhibir la lipogénesis de los carbohidratos (transformación de los carbohidratos a grasa), evita el aumento de peso. Cuando el consumo de calorías procedentes de los carbohidratos y grasas excede a la energía que necesite el organismo.
Convierte ese exceso en glucógeno, la verdadera fuente de energía de nuestro cuerpo.
Tiene un efecto saciante o calmante del apetito pero lo hace actuando sobre el hígado y no sobre el cerebro como algunos fármacos, La diferencia es que al no atravesar la barrera hematoencefálica no produce estimulación del sistema nervioso evitando, pues, los efectos secundarios de algunos fármacos tales como las anfetaminas, las metanfetaminas, la fenmetracina y fenfluoramina inhibidores del apetito (depresión, hipertensión, nerviosismo, taquicardia o insomnio)
Produce sensación de saciedad al estimular los gluco-receptores del hígado. Esto lo consigue ya que por un lado reduce la producción de grasas y por otro aumenta la producción de glucógeno.